Ciudad de México, 24 de agosto de 2024.- La reciente tensión diplomática entre México y Estados Unidos ha tomado un nuevo giro, luego de que el Embajador estadounidense, Ken Salazar, manifestara su preocupación por la propuesta de elección directa de jueces en México, afirmando que podría poner en riesgo la democracia y la integración de las economías de México, Estados Unidos y Canadá bajo el T-MEC. En respuesta, Claudia Sheinbaum, próxima presidenta de México, enfatizó la soberanía del país en temas que solo corresponden a los mexicanos.

Salazar, a través de un mensaje en X el 23 de agosto, expresó su disposición al diálogo con el liderazgo mexicano sobre la elección de jueces, subrayando la necesidad de una comunicación fluida entre ambos países para abordar preocupaciones compartidas.

“Hemos creado una relación sin precedentes como socios e iguales entre 🇲🇽 y 🇺🇸. Por ello, la comunicación es crucial, especialmente cuando se trata de nuestras metas comunes en seguridad y nuestras relaciones comerciales”, declaró el embajador.

Sin embargo, Sheinbaum respondió de manera contundente, afirmando que, si bien el diálogo con Estados Unidos es y seguirá siendo un pilar en la relación bilateral,

“hay temas que solo corresponden a los mexicanos”.

Durante una breve entrevista a bordo de la camioneta en la que viajaba junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum fue clara en señalar que la elección de jueces es un asunto interno, y su decisión recae exclusivamente en el pueblo mexicano.

La situación se enmarca en una crisis diplomática creciente, en la que el presidente López Obrador también ha reafirmado la independencia y soberanía de México frente a cualquier presión extranjera.

“México es un país libre, independiente y soberano,” declaró el mandatario durante su gira en Sonora, donde inauguró las obras del Sistema Portuario Nacional-Guaymas, acompañado de Sheinbaum y el gobernador del estado, Alfonso Durazo.

“No somos colonia de ningún país extranjero,” sentenció López Obrador.

Este intercambio subraya las diferencias de visión entre ambas naciones en torno a la reforma judicial en México, un tema que ha generado preocupación en Estados Unidos pero que, según las autoridades mexicanas, debe ser decidido sin injerencia externa. La disposición de Salazar al diálogo y la firme respuesta de Sheinbaum establecen una postura firme y reflejan la complejidad de la relación bilateral en un momento de definiciones clave para ambos países.