Por Javier Arturo Herrejón Cedeño
Nunca imaginé que llegaría el día en que abriría mis redes sociales no para compartir una noticia o seguir una tendencia, sino para dar testimonio de mi propia historia. En este nuevo escenario democrático que propone elegir a jueces y magistrados por voto popular, me he visto frente a una cámara para explicar no solo lo que hago, sino quién soy.
Durante más de dos décadas he recorrido los pasillos del Poder Judicial. Comencé como actuario, ascendí como secretario, y hoy ejerzo con responsabilidad como juez en materia civil. No ha sido un camino fácil. Tomar decisiones difíciles, resolver conflictos entre personas e intereses legítimos, implica preparación, sensibilidad y un profundo compromiso con la ley.
Mi trayectoria, como la de muchas y muchos colegas, está escrita en resoluciones, en audiencias, en horas de estudio y trabajo. Pero ahora, también tiene que expresarse en formatos breves, en videos, en publicaciones. La reforma judicial que hoy nos invita a participar en elecciones no solo transforma las formas de acceso al cargo, también abre una puerta enorme al escrutinio público y al diálogo directo con la ciudadanía.
Y eso, tiene un enorme valor, porque estamos sembrando las bases de una nueva cultura judicial: más abierta, más accesible, más humana.
He visto con emoción a compañeros y compañeras que, como yo, dejaron el escritorio un momento para hablar frente a una cámara, no para justificar, sino para explicar. Para acercar la justicia a quienes normalmente solo la ven como una palabra lejana. Para mostrar que detrás de una toga hay personas con vocación, con ética y con sentido de servicio.
Hoy asumo un reto personal y profesional: llevar mi experiencia y compromiso al siguiente nivel. No desde la comodidad de lo conocido, sino desde el ejercicio democrático del voto.
Si eres de Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá o Tlajomulco, o simplemente te interesa este proceso, te invito a que atraves de esta columna a que me conozcas.
¡Porque la justicia no solo se construye en los tribunales!
¡Hoy también se construye contigo!