México tiene un grave problema social que fomenta la perpetuación de los estereotipos, los roles de género y todo tipo de violencia contra la mujer; y ésto no se quiere reconocer, pese al incremento de agresiones y feminicidios en el país.
Por su parte, la cultura política en México cuestiona el derecho de las mujeres a ocupar un puesto público, de representación popular o un cargo de toma de decisiones, ya que existen y se promueven desde hombres y mujeres actos de discriminación, intimidación y agresiones verbales y físicas para evitar el avance de su participación.
Y aunque los partidos políticos aceptan que las mujeres participen en el ámbito público, no establecen mecanismos contundentes ni acciones para promover su participación evitar la segregación, la exclusión y la inequidad.
Erradicar la violencia contra las mujeres es un tema pendiente en México en los ámbitos político, laboral y social, que urge establecer lazos de sororidad y affidamento para promover el cambio de actitud y cultura a favor de la democracia, el respeto y la igualdad.
¡Sin mujeres no hay transformación!
Myriam Martínez