Morelia, Michoacán, 23 de octubre de 2024.- En el marco de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el legendario cineasta Francis Ford Coppola fue homenajeado como invitado de honor, donde compartió reflexiones sobre el futuro del cine, el arte y la política global.
Con una energía renovada, Francis Ford Coppola descendió de su camioneta para encontrarse con cientos de fanáticos que lo esperaban con ansias en la alfombra roja del 22º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Todos querían ver de cerca a la leyenda del cine, conectar con su mirada, obtener una firma o capturar una foto del célebre director. La emoción era palpable, pues era la primera vez que Coppola visitaba México para presentar su más reciente obra, Megalópolis.
El presidente del FICM, Alejandro Ramírez; el vicepresidente, Cuauhtémoc Cárdenas Batel; y la directora y fundadora, Daniela Michel, acompañaron a Coppola en su recorrido por la alfombra roja. Con gestos amables, el director respondió a la prensa y saludó sonriente a sus admiradores, especialmente a los jóvenes, quienes cariñosamente lo llamaban “Tío Pancho”, un apelativo poco común para una figura de su estatura. Entre los asistentes, alguien exclamó: “Estamos viendo historia”, al observar el paso del legendario cineasta hacia el Teatro Matamoros.
Horas antes, Coppola había sido condecorado con la Medalla Filmoteca UNAM, un homenaje que destacó su incomparable trayectoria cinematográfica.
“Literalmente estoy sosteniendo la herencia del cine mexicano en mis manos”, comentó el director al recibir la medalla. Con ese mismo lenguaje respetuoso y cercano, conectó profundamente con el público, reafirmando su lugar no solo como una figura icónica del cine, sino como un amigo del séptimo arte.
La noche no terminó ahí. Durante la gala, el FICM proyectó un video en homenaje a Coppola, reconociéndolo con el Premio a la Excelencia Artística. Alejandro Ramírez le dedicó unas emotivas palabras:
“Por su inquieta imaginación, que ha conjurado ciudades encantadas y selvas apocalípticas; por el claroscuro que envuelve a sus personajes en romance y melancolía; por su personalidad inconformista que se ha enfrentado a tempestades tanto literales como simbólicas… y sobre todo, por ser amigo del cine mismo”.
Coppola, visiblemente conmovido, agradeció el reconocimiento con una larga reflexión sobre su carrera y su última película, Megalópolis.
“Les agradezco muchísimo por estar acá y por permitirse entrar en esta ilusión”, dijo antes de agregar: “Megalópolis es una película que hice con fragmentos de lo que he sentido a lo largo de toda mi vida… Es una historia para niños, pero para adultos en la cual pueden perderse”.
Durante la gala, el aclamado director también compartió momentos con otros invitados especiales del FICM, como Alexander Payne, presidente del jurado para Largometraje Mexicano, y la actriz Liv Tyler, con quienes conversó antes de la función especial.
La obra de Coppola
Coppola habló apasionadamente sobre el riesgo como elemento clave en la creación artística. Al referirse al éxito de The Godfather, afirmó:
“Tienes que arriesgarte si quieres hacer arte”.
Este principio lo aplicó en su más reciente película, Megalópolis, que se estrena este fin de semana en México. A pesar de haber invertido una gran suma de dinero y crear una historia poco convencional, el cineasta expresó su entusiasmo por explorar nuevas formas narrativas.
“Megalópolis” aborda temas de política, poder e influencia en una Nueva York/Nueva Roma llena de intrigas, que Coppola ve como un reflejo de la actual situación política en Estados Unidos. “Nosotros, al igual que Roma, estamos en peligro de perder nuestra república”, advirtió, haciendo referencia a las próximas elecciones presidenciales.
Durante la conferencia, Coppola mostró su preferencia por Kamala Harris como candidata en las elecciones de Estados Unidos. Comparó la posible reelección de Donald Trump con el Brexit en el Reino Unido, describiéndolo como “un disparo en la cabeza” para la nación.
En un momento que desató risas entre los asistentes, Coppola apareció con calcetines de colores diferentes – uno rojo y otro negro – afirmando que era su manera de “dar un salto a lo desconocido”. Finalmente, reflexionó sobre el legado, destacando que los jóvenes son el futuro y que su mayor herencia son sus hijos, nietos y bisnietos.
“Tus hijos son tus joyas, tus nietos las ganancias que generan, pero los bisnietos son la misma inmortalidad”, concluyó.
Como parte de las tradiciones del FICM, Alejandro Ramírez invitó a Coppola a develar una butaca con su nombre, asegurando que su presencia quedaría para siempre en Morelia. Los aplausos que siguieron fueron casi abrazos en el ambiente del teatro, mientras el director agradecía una vez más por el cálido recibimiento y el reconocimiento a su obra. Y así, con Megalópolis finalmente presentada en Morelia, Coppola concluyó su participación en el festival, una visita que seguramente será recordada como un momento icónico en la historia del cine en México.
El homenaje a Coppola en Morelia reafirma su posición no solo como un icono del cine, sino también como un pensador que sigue desafiando las convenciones y abogando por un arte auténtico y arriesgado.