Ciudad de México, 10 sep. 2025.- La presidenta Claudia Sheinbaum propuso una serie de alzas fiscales a productos como bebidas azucaradas, tabaco, apuestas en línea y videojuegos con contenido violento, con el objetivo de mejorar la salud pública y atender problemáticas sociales asociadas al consumo de estos bienes.

De acuerdo con el Paquete Económico 2026, presentado por la Secretaría de Hacienda ante la Cámara de Diputados, el Gobierno de México plantea duplicar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas saborizadas, alcanzando los 3,08 pesos por litro, incluso si contienen edulcorantes no calóricos.

En el caso del tabaco, la carga fiscal subiría del 160 % al 200 %, con una cuota específica creciente hasta 2030. El nuevo marco también incluiría productos emergentes, como las denominadas “bolsas de nicotina”.

Nuevos impuestos a videojuegos violentos y apuestas digitales

Además, se propone un impuesto especial del 8 % a los servicios digitales que ofrezcan videojuegos con contenido violento, mientras que el gravamen aplicado a las casas de apuestas en línea pasaría del 30 % al 50 %.

Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria explicó que esta iniciativa no busca aumentar la recaudación, sino abordar problemas de salud y seguridad pública.

“Es una decisión no recaudatoria. Tiene que ver con la salud de las y los mexicanos”, puntualizó Sheinbaum. También aseguró que no se prohibirá el uso de videojuegos, pero se impulsará una estrategia de información y acompañamiento a padres de familia.

Recursos para fondo de salud pública

La presidenta también detalló que los recursos generados se destinarán a un fondo especial que atenderá enfermedades derivadas del consumo de productos como refrescos y tabaco, tales como diabetes, obesidad y afecciones cardiovasculares.

Respecto al caso de los videojuegos, Sheinbaum explicó que la medida responde a preocupaciones sobre el impacto del contenido violento en niños, niñas y adolescentes, con implicaciones directas en temas de seguridad.

La propuesta fiscal forma parte de un plan gubernamental más amplio que pretende fomentar hábitos saludables, prevenir la adicción a la nicotina y al juego, y reducir el consumo de azúcar, al tiempo que fortalece el financiamiento del sistema de salud.