Morelia, Michoacán, 29 de agosto de 2024 – Esta manifestación responde a la reciente aprobación del dictamen para la Reforma Judicial en las Comisiones Unidas del Congreso de la Unión, un hecho que, según los organizadores, representa un retroceso en el sistema de justicia y en los logros democráticos del país.
En ejercicio de su derecho a la libre expresión y manifestación, consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la protesta tiene como objetivo denunciar lo que consideran “la muerte de la justicia y la democracia” en el país, tras la reciente aprobación del dictamen para la Reforma Judicial en las Comisiones Unidas del Congreso de la Unión. Los organizadores sostienen que esta reforma representa un retroceso significativo para el sistema de justicia y los avances democráticos en México.
La marcha, que comenzará a las 19:00 horas en la Fuente de las Tarascas y se dirigirá hacia la Plaza Benito Juárez en Morelia, invita a los participantes a vestirse de negro o a caracterizarse como catrines y catrinas, personajes icónicos del Día de Muertos en la cultura mexicana, particularmente significativo en Michoacán. Se solicita a los asistentes que lleven velas, como símbolo de duelo por los logros en justicia y democracia que consideran amenazados.
Contexto y Simbolismo:
El uso de la catrina en esta marcha tiene un profundo significado cultural en Michoacán, una región conocida por sus celebraciones tradicionales del Día de Muertos. Este personaje, que representa a la muerte de manera festiva y respetuosa, es un símbolo de la conexión entre los vivos y los muertos, y en este caso, se utiliza para ilustrar la percepción de que la justicia y la democracia están “muertas” o en peligro de desaparecer.
En Michoacán, las festividades de la Noche de Muertos son reconocidas mundialmente, especialmente en lugares como Pátzcuaro y Janitzio, donde las familias se reúnen en los cementerios para honrar a sus difuntos con altares, ofrendas y velas. Esta tradición resalta la creencia de que la muerte no es un final, sino una transición y un punto de encuentro con los seres queridos que ya no están. Al adoptar estos símbolos, los organizadores de la marcha fúnebre buscan conectar profundamente con la identidad cultural de Michoacán y transmitir un mensaje de luto y resistencia.