Ciudad de México, 7 de noviembre de 2024. En un esfuerzo histórico por consolidar la soberanía energética y fortalecer las empresas públicas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó  el nuevo Plan de Energía de México 2025-2030. Esta estrategia, diseñada para los próximos seis años, busca asegurar el control nacional en sectores clave, impulsar inversiones y ampliar significativamente la generación de energía, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y autosuficiencia energética.

Uno de los puntos clave de este plan es el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), que retoman su papel como empresas 100% públicas. En esta nueva etapa, la CFE controlará el 54% de la generación de electricidad en el país, un avance notable frente al 18% que mantenía hace apenas dos años, mientras que el sector privado operará el 46% restante. Este cambio reafirma el compromiso del gobierno con la soberanía energética y con la misión de garantizar tarifas justas y accesibles para todos los mexicanos.

El plan también establece una inversión histórica de 24 mil millones de dólares en proyectos de generación, transmisión y distribución de energía. Este capital permitirá a México no solo consolidar su infraestructura energética, sino también crear nuevos empleos y promover el desarrollo regional. Se estima que para el año 2030, estas iniciativas producirán un total de 13,024 megavatios (MW), lo que representa un importante avance en la capacidad de generación de energía limpia y sostenible.

“Este plan representa nuestra convicción de que la energía debe ser accesible, limpia y suficiente para todos los mexicanos, con el Estado como garante de este derecho. Estamos construyendo un México fuerte y autónomo en el sector energético,” afirmó Sheinbaum Pardo.

La presentación del plan también detalla las líneas estratégicas que impulsarán el desarrollo de energías renovables, la modernización de infraestructura y la integración de tecnologías sostenibles en las operaciones de CFE y Pemex. Estas acciones no solo buscan aumentar la producción, sino reducir el impacto ambiental, avanzando en la transición hacia una economía baja en carbono, como parte de los compromisos de México con los Acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Con este plan, México se posiciona como un referente en la región, impulsando un modelo de desarrollo energético que combina soberanía, sostenibilidad y bienestar social, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.