Asfixiada psicologicamente, catalogada de enfermedad (no conocida) que la lleva al reposo para librarla de la depresión post-parto que Charlotte Perkins arrastraba desde el nacimiento de su primera hija. Recluída en un cuarto es acusada la locura femenina e histeria. Charlotte volvió a casa “con la indicación médica inequívoca de llevar una vida lo más doméstica posible”, de “restringir la actividad intelectual a dos horas al día” y de “no volver a tocar una pluma, un pincel o un lápiz el resto de su vida”

 

Sí Charlotte Perkins Gilman murió en 1935 luchando por entender qué había detrás de los intentos de impedir que las mujeres leyeran y estudiaran, y nunca se rindió por en su lucha por los Derechos Civiles de las Mujeres.

 

 

¿Por qué he de hacerlo Yo?
Sí mis brujas me acompañan e inspiran.

Myriam Martínez