Por: Julio Enrique Peguero Espinosa
En el 2018, la llegada al Gobierno de México del presidente Andrés Manuel López Obrador se instauró la cuarta república. 36 años de neoliberalismo terminaban en esa histórica elección.
El neoliberalismo dejo a su paso inseguridad, instituciones débiles donde la corrupción y el dinero era el dios del sistema, la pobreza se incrementó, la desigualdad salarial se hizo más evidente se empoderaron las mafias y el delincuente de cuello blanco junto con traficantes de influencias se enriquecieron, se hizo el modus vivendis de la política neoliberal.
El ser representante popular, funcionario público o dirigente político era cambiar totalmente el estilo de vida entrar a una elite donde la simulación, la traición y la corrupción era normal, así los formaban hasta los adoctrinaban, porque los comentocratas, opinologos y medios de comunicación masivos y tradicionales lideraban la opinión y la agenda política del país la marcaban a los intereses del sistema neoliberal.
Se desmantelaba al estado y el poder económico se sobreponía al interés del pueblo y del estado de bienestar y como olvidar los fraudes electorales de 1988 y 2006, porque a elección del 2012 fue el cinismo, una elección comprada lucrando con la pobreza de la gente.
Así pues, se fue formando una clase política que llevo al despeñadero a dicho sistema, pero que están muy presentes en la memoria de nuestro pueblo, un pueblo con consciencia, politizado y que no olvida, no obstante, la retórica del bloque conservador y sus partidos políticos (PRIAN), comentocratas, opinologos, traficantes de influencias y anexos nos quieren meter en el mismo costal, calumniándonos y mintiendo un día si y el otro también.
Por es necesario seguir manteniendo la concientización de nuestro pueblo, de las nuevas generaciones, en las plataformas que no den espacio, porque si hay una gran diferencia en gobernar, hacer política, hasta el estilo de vida y comportamiento de los integrantes de nuestro movimiento, bueno tenemos algunas desagradables excepciones, pero como todo en la historia y en las transformaciones de la vida pública de nuestro país existen personajes astutos para acomodarse como un pequeño tumor que no permea pero si molesta.
Queridos y queridas lectores espero sea de su agrado y mas que nada sirva para seguir construyendo la cuarta transformación.
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