Por Víctor Fonseca Malagón
Lamentable declaración del Presidente 47 de Estados Unidos de Norteamérica: Donald Trump.
El significado de este mensaje del primer discurso, es que durante estos próximos 4 años, el mundo verá horrorizado cómo se sigue la quema de combustibles fósiles por parte de un país como lo es Estados Unidos.
En un mundo que requiere ya con urgencia de un cambio en el uso a energías alternativas, a fin de disminuir la escalada vertiginosa del CO2 en la atmósfera y su consecuencia en el cambio climático; volverán las emisiones de contaminantes atmosféricos por parte de la producción masiva de vehículos provenientes del país del norte.
Un presidente que ya demostró su desinterés en el tema del calentamiento global y su indiferencia a las fuentes alternativas de energías más limpias o de menor impacto ambiental.
Vuelve el discurso de un país de “oro” en un mundo cada vez más lleno de carencias, con cambios climáticos a gran escala y tragedias originadas por el descontrol en el clima por causa antropogénica.
Donald Trump habla como si fuera dueño del planeta y como si lo único que importara es la economía de su país por encima de aquellos aspectos que afectan e impactan el clima y las economías del resto de países del planeta. El mundo deberá demostrarle a este soberbio gobernante que se trata de solo un discurso con aires de grandeza.
México juega un papel importante en el rol político y social de aquellas economías que no comparten la depredación del medio ambiente y el uso desmedido de los combustibles fósiles. Nuestro país tiene un gran desafío frente a estas fuertes declaraciones.